La Conejita tiene miedo. He dicho.
Tiene un miedo chiquito que la despierta de madrugada, un hueco en la boca del estómago, un presentimiento de esos a los que una nunca les hace caso.
Miedo de tanta tranquilidad aparente. Del amor amorosísimo. Me suena al mar en calma chicha. Me suena a los perros aullando antes de un temblor.
Confirmo: La Conejita tiene miedo. La cosa que no está confirmada es bien de qué.